Cuando no sabes qué hacer lo mejor es hacer una pausa para conectar con vos y no tomar grandes decisiones hasta tanto no estés segura de lo que querés y para qué.
Muchas veces las presiones familiares y las expectativas de los demás sobre nuestra carrera son tan fuertes que nos imposibilitan pensar con claridad.
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Hoy te propongo estas 4 acciones:
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- Agendate una “cita con vos misma”.
Así como cuando coordinás un brunch con tus amigas haces un benchmark de lugares posibles, hacé lo mismo con tu cita personal. En lo posible un día y horario en el que puedas estar tranquila y sin interrupciones. Para evitarlas, tal vez puedas avisar con antelación a tu familia el objetivo de esta cita para que sean tus coequiper y respeten tu espacio. Acá necesitas que se pongan la camiseta con vos.
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- Reconsiderá tus valores y necesidades:⠀
Muchas veces la razón de tu estancamiento es que no estás siendo consciente de tus valores y necesidades, o que estos cambiaron y lo que antes te llenaba ya no.
Cómo ejercicio podés hacer una lista de tus valores y necesidades actuales. El simple hecho de ponerlo por escrito nos permite tomar consciencia y recordarlo las veces que lo necesitemos.
- Definí lo que es el éxito para vos.
¿Estás viviendo según tus propios términos? Es fácil caer en la idea de éxito que otras personas y medios nos muestran, pero si no es lo que vos querés puede que te sientas incómoda e incluso que no lo puedas sostener con el tiempo.
¿Les pasó de trabajar mucho en pos de un objetivo y al cumplirlo sentir que no era lo que realmente querían?
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- Elegí lo que de verdad a vos te importa:
Saber priorizar ¡Gran desafío! Entender que no tenemos que hacer y tener todo al mismo tiempo.
Revisá tu lista de objetivos y si no la tenés es momento de hacerla y decidí cuáles querés priorizar y cuáles pueden esperar. Sé realista en función del tiempo y energía que hoy tengas.
Acordate de ponerte objetivos no solo realistas, sino también que sean específicos, medibles, alcanzables y temporales.
